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Desde que se modificó la Ley del Medicamento en 2015 va haciendo falta un diccionario para saber lo que significa la compleja jerga de los precios, cuyo resultado, hasta ahora, es que los precios bajan y bajan, mientras el trabajo de la farmacia se multiplica.
Las previsiones de la Ley se han aplicado sin piedad, con lo que la mayor parte de las recetas del sistema público tienen un coste de distribución, facturación, tratamiento informático y trabajo de la farmacia, superior al valor del medicamento. Y todavía faltan dos categorías de precios por aplicar: los Precios Seleccionados y los Precios Notificados. Los primeros serán una especie de subastas, y los segundos una gran esperanza para recuperar el margen de la farmacia en las ventas fuera del Sistema Nacional de Salud.
Diccionario de Precios
En este momento hay: Precios de Referencia, Precio Menor y Precio Más Bajo.
El Precio de Referencia se aplica al mercado afectado por el Sistema de Precios de referencia que está constituido por marcas y genéricos y es el precio máximo al que se financia un medicamento. Lo de máximo no deja de ser una figura retórica porque ese precio es lo que se denomina legalmente Precio Menor. El Precio Más Bajo aparece cuando un medicamento está incluido en Agrupaciones Homogéneas en las que un fabricante puede voluntariamente bajar su precio –al menos un 10%- cada mes, obligando a los del resto del conjunto a bajarlo a los tres meses, si quieren seguir estando financiados.
¡Hacía falta, o no, un diccionario!
Rentabilidad en caída libre
Además, en todos estos precios el Sistema Nacional de Salud aplica deducciones y descuentos. Las deducciones proceden del ya famoso Real Decreto Ley 5/2000 con escalas de deducción que llegan al 20% en función del volumen de ventas de las farmacias; y los descuentos vienen del Real Decreto Ley 8/2010 que se aplica a todos los medicamentos no incluidos en precios de referencia. El resultado es que, en la media, el margen de las farmacias se reduce al 22% en todos los medicamentos financiados. Y a todo esto le falta la traca final: los Precios Seleccionados que serían una especie de subasta a nivel nacional, aunque lógicamente solo se aplicaría a determinados medicamentos de precio elevado o con características especiales.
Solo una esperanza: Los Precios Notificados
Frente a esta espiral de descenso de los precios y la rentabilidad de las farmacias queda solo una esperanza: la de los Precios Notificados, cuya aplicación se ha aplazado a la puesta en marcha del sistema de verificación al que estamos obligados por la Directiva de Medicamentos Falsificados, cuya plena entrada en vigor será el día 9 de febrero de 2019.
Los Precios Notificados son los precios a los que podrán dispensarse los medicamentos fuera del Sistema Nacional de Salud. Es decir, habrá dos precios, uno financiado y otro libre, pero conocido y aceptado por el Ministerio. Cuando dispensemos una receta privada se aplicará ese precio y el margen, que será mayor, no estará afectado por deducciones y descuentos, ni tendremos que facturarlo, ya que cobraremos en efectivo.
A pesar de esta fantástica noticia, que nadie comience a hacer cálculos como la lechera de la fábula, porque todo ello está pendiente de un reglamento, para hacer posible la devolución de la parte que corresponde a la industria y la distribución. Quizá también entonces se produzca la eliminación definitiva del cupón-precinto y otras delicias que tanto esperamos, siempre, eso sí, que el cántaro no se nos rompa por el camino.
Dr. Enrique Granda.
Farmacéutico.
Colegiado 4.356 por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COF Madrid).
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