Cómo abordar la fotoprotección desde la oficina de farmacia

Escrito por: Virginia Muñoz
31/05/2023

Durante esta transición de primavera a verano, aumentan las ventas de protectores solares en las farmacias y los laboratorios aprovechan para ofrecer atractivos descuentos con el objetivo de estimular aún más la demanda. Sin embargo, nuestra labor como profesionales de la salud trasciende la simple venta de estos productos, ya que nos encargamos de proporcionar información precisa y recomendar el protector solar más adecuado a aquellos que buscan nuestra asesoría farmacéutica. De esta manera, al salir de la farmacia contarán con un conocimiento más sólido acerca de los efectos del sol en su piel y del uso adecuado del fotoprotector.

 

¿Qué se sabe sobre la radiación solar?
Se trata de una energía lumínica que llega a la superficie terrestre y se clasifica según su longitud de onda en: infrarroja, luz visible y ultravioleta.
Estas radiaciones provocan en la piel los siguientes efectos:

  • La radiación infrarroja representa el 56% de las radiaciones percibidas. Uno de los efectos que produce es la sensación de calor y bienestar, pero también puede provocar golpes de calor e insolaciones. Es la causante del fotoenvejecimiento, ya que llega hasta la hipodermis y daña el colágeno, la elastina y el ADN, siendo este último un daño indirecto. Todo esto lleva a una pérdida de elasticidad y firmeza en la piel, que se manifiesta con arrugas profundas y flacidez facial. Por último, es importante mencionar que los rayos infrarrojos potencian los efectos dañinos de la radiación ultravioleta, aunque no son los responsables directos del cáncer de piel. Sin embargo, pueden ayudar a su desarrollo.

 

  • La luz visible llega en un 39% a la piel y es la responsable de que podamos ver. Al descomponerse, forma un espectro de los seis colores del arco iris. Esta radiación llega hasta la dermis, siendo la causante de los eritemas, la formación de manchas y el daño indirecto del ADN. Además, esta radiación también se percibe cuando usamos pantallas y dispositivos digitales.

 

  • La radiación ultravioleta (UV) se divide en tres tipos: A, B y C. El 97% de la radiación UV que llega al planeta, corresponde a la de tipo A (UVA), de la cual solamente un 4,9% es recibida por la piel. Esta radiación no solo proviene del sol, sino también de lámparas solares y cabinas de bronceado. La radiación UVA puede penetrar directamente hasta la dermis, provocando efectos acumulativos a corto plazo, como el daño al colágeno y la elastina, alterando el sistema inmunológico y provocando alergia solar. A largo plazo, es responsable del envejecimiento cutáneo y puede causar cáncer de piel. Por otro lado, el 3% restante corresponde al tipo B (UVB), que llega a la epidermis en una proporción del 0.1%. La exposición a esta radiación puede provocar eritema (enrojecimiento), daño directo del ADN y, en casos más graves, cáncer cutáneo. Por último, la radiación UV de tipo C (UVC) es filtrada por la capa de ozono y nunca llega a la superficie terrestre.

 

¿Qué efectos tiene la radiación solar sobre la piel?

Efectos beneficiosos Efectos nocivos
  • Visión
  • Síntesis de vitamina D
  • Mejora del estado de ánimo
  • Estimulación del sistema inmunológico
  • Mejora de ciertas enfermedades cutáneas, como el acné y la psoriasis
  • Pigmentación
  • Regulación del sueño
  • Eritema
  • Lesiones cutáneas
  • Fotosensibilización
  • Alergia
  • Envejecimiento prematuro de la piel
  • Carcinogénesis
  • Lesiones del ADN

 

¿A qué se le denomina Factor de Protección Solar?
El Factor de Protección Solar (FPS) es la medida de la relación entre el tiempo necesario para que aparezca un eritema en la piel con filtro solar y el tiempo requerido para generar el mismo eritema sin protección, después de 24 horas de exposición solar.

El FPS indica la capacidad de protección frente al eritema de la siguiente forma: un índice de protección solar 15, significa que un 1/15 de los rayos UV llegarán a la piel, asumiendo que la protección solar está distribuida uniformemente. Por ello, una persona de piel clara que comienza a quemarse después de diez minutos al sol, tardaría 15 veces ese tiempo con un FPS correctamente aplicado.

Se ha comprobado que más del 90% de los cánceres de piel no-melanoma se producen en los fototipos I y II. Las personas de piel oscura, presentan una incidencia menor de esta patología.

En las siguientes dos tablas se aprecia el tiempo que tardaría en quemarse la piel expuesta al sol, dependiendo del fototipo cutáneo.

Fototipo cutáneo Máxima exposición solar sin protección Máxima exposición solar con diferentes factores de protección
Fototipo I
Piel blanca muy sensible, céltico
0 – 5 minutos FPS 8: 30 minutos
FPS 20: 1 hora y 30 minutos
FPS 30: 2 horas 30 minutos
Fototipo II
Piel blanca sensible, pelo rubio caucásico
5 – 10 minutos FPS 8: 1 hora
FPS 20: 3 horas 30 minutos
FPS 30: 5 horas
Fototipo III
Piel blanca normal, mixto
10 – 15 minutos FPS 8: 2 horas
FPS 20: 6 horas
FPS 30: > 8 horas
Fototipo IV
Piel algo morena, mediterráneo
20 – 40 minutos FPS 8: 5 horas
FPS 20: >10 horas
Fototipo V
Piel morena, asiático/andino
> 1 hora

Fototipo VI

Piel muy morena o negra, afrodescendiente

Infinito

Nota: Toda esta información es orientativa. Es importante recordar que el protector solar rara vez se aplica en la cantidad necesaria para cubrir todo el cuerpo de manera adecuada.

Otra forma de saber qué fotoprotector aplicar es observando el índice UV:

Nivel de
Radiación
(UV)

Piel Clara
exposición
máxima sin
protección solar
Piel Clara
índice de
protección
indicado
Piel Oscura
exposición
máxima sin
protección solar
Piel Oscura
índice de
protección
indicado

-2 Bajo

80 minutos

25 110 minutos 8

-5 Moderado

40 minutos 25 60 minutos

15

-7 Ato

25 minutos 30 35 minutos

25

-9 Muy alto

20 minutos 50+ 30 minutos 30
1+ Extremo 15 minutos 50+ 25 minutos

50+

 

¿Qué tipos de filtros puede tener un protector solar?

El FPS está compuesto por la asociación de los filtros utilizados para su preparación, su fotoestabilidad, su compatibilidad con los excipientes y sus propiedades de liposolubilidad e hidrosolubilidad.

Los filtros que se utilizan son los siguientes:

  • Filtros Físicos: Son sustancias de origen mineral que actúan por reflexión de la radiación solar. Se podría decir que actúan como pantallas, siendo capaces de reflejar y dispersar la radiación UV. Las principales sustancias que forman parte de este grupo son: dióxido de titanio, óxido de zinc, óxido de hierro, talco y silicatos, como son la arcilla, el caolín y la bentonita.

 

  • Filtros Químicos: Son moléculas que absorben la luz UV de las capas más superficiales de la piel, captando energía y convirtiéndola en una longitud de onda inofensiva para la piel. Se clasifican en filtros químicos UVB, que son los PABA y derivados, Cinamatos, Salicilatos, como el octilsalicilato y el salicilato de trietanolamina, y los metabolitos de liquen. Luego se encuentran los filtros químicos UVA, que incluyen las Benzofenonas, los derivados del Dibenzoilmetano y el Bencilideno-alcanfor.

 

  • Filtros Biológicos: Son sustancias antioxidantes que evitan la formación de radicales
    libres. Algunos de ellos son el ácido ascórbico y el tocoferol y sus derivados.

 

¿Qué características podemos encontrar en un fotoprotector?

Los fotoprotectores están disponibles en diferentes variantes diseñadas para su uso en el rostro y cuerpo, así como con características específicas como resistencia al agua, al sudor y protección contra la fricción. Estas características se ven reflejadas en el envase de la siguiente forma:

  • Waterproof: Conserva su eficacia incluso en contacto con el agua durante un máximo de 80 minutos, equivalente a dos períodos de baño de 40 minutos cada uno.
  • Water resistant: Mantiene su eficacia bajo el agua durante un máximo de 40 minutos, lo que corresponde a dos períodos de baño de 20 minutos cada uno.
  • Sweatproof: Conserva su eficacia incluso ante la transpiración.
  • Rubproof: Ofrece resistencia a la fricción y al roce, asegurando una protección efectiva en situaciones de contacto constante.

 

 ¿Qué significa la simbología que aparece en el envase del protector solar?

  • SPF o FPS: Es el índice que mide la capacidad protectora del fotoprotector frente a los efectos nocivos de la radiación UVB.
  • UVA: Indica que el producto nos protege frente a la radiación UVA.
  • PA +: Es otra forma de expresar la protección UVA. Puede estar acompañado de hasta cuatro “+”, indicando una mayor protección con cada signo adicional.
  • IR-A: Protege frente a la radiación infrarroja.
  • HEVL (Luz Visible): Protege frente a la luz azul.
  • Lambda crítica: Ofrece una protección de amplio espectro, es decir, tanto de los UVB como de los UVA.

 

¿Cómo podemos aplicarnos el protector solar correctamente?

Por último, es importante saber cómo aplicar el fotoprotector de la forma correcta para que no quede ninguna zona de nuestro cuerpo sin estar protegida.

Para saber qué cantidad de protector solar aplicarse en cada zona del cuerpo, se puede usar el siguiente truco orientativo:

  • Dos dedos para la cabeza, cuello y rostro.
  • Dos dedos para cada brazo.
  • Cuatro dedos para la espalda.
  • Cuatro dedos para el torso.
  • Dos cucharas para cada pierna y pie.
  • Dos dedos para cada muslo.
  • Dos dedos para cada pierna interior y los pies.

 

Virginia Muñoz

Auxiliar de farmacia especializada en dermofarmacia, cosmética natural y fitoterapia

 

Fuentes:

  1. Cantabria Labs. Radiación infrarroja: ¿qué es y en qué se diferencia de la UV?
  2. Stangest. ¿Conoces los diferentes tipos de rayos que emite el sol?
  3. Elsevier. Protección solar. Actualización.
  4. Wikipedia. Factor de protección solar.
  5. Wikipedia. Protector solar.
  6. El farmacéutico. Curso Dermatología. Módulo 1. Tema 4. Protección de la piel (sol, aire, condiciones extremas).
  7. COFM. ¿Sabemos qué nos indican los símbolos que aparecen en nuestro protector solar?
Fecha de la última modificación19/06/2023

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