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En verano, las rutinas de trabajo se adaptan a la afluencia y tipo de cliente de manera exponencial. Pero todos estamos de acuerdo en potenciar la categoría de dermofarmacia en fotoprotección debido al aumento de fotoexposición del paciente sin protección adecuada.
Por ello, debemos trabajar en el mostrador una recomendación protocolizada y personalizada según la necesidad y momento de la dispensación. Así pues, os voy a dar unos consejos para una correcta recomendación del fotoprotector:
1. Textura
En muchas ocasiones os preguntarán si el fotoprotector de cuerpo puede usarse en la cara. La respuesta depende de las texturas usadas. Texturas en cremas, aceites o sprays pueden ser no aptas para una piel facial grasa, con tendencia acnéica o sensible.
Otro argumento de mostrador sería que la sensibilidad y grosor de la piel facial es mayor que en resto del cuerpo, lo que hace que los protectores faciales tengan componentes más reparadores de ese daño o preparados para una sensibilidad especifica.
Diferenciaremos el tipo de piel, la necesidad y comodidad de aplicación para mejorar la adherencia a su fotoprotector.
Textura recomendada en función del tipo de piel:
- Facial Seca: crema, emulsión o/a, sérum,bálsamo, aceite.
- Facial Normal: gel, gel-crema, sérum, aceite, crema.
- Facial Mixta: gel(suele poner oil-free), gel-crema, sérum o soluciones acuosas, polvos minerales .
- Corporal: leche, loción, crema, gel-crema, spray, espuma.
2. Fototipo
Hay 6 fototipos de piel, desde el numero 1 (SPF 50) con una piel blanca o lechosa, ojos claros y con pecas en ocasiones, hasta el fototipo 6 (SPF 15 mínimo) con una persona de raza negra, ojos y cabellos oscuros. El motivo es la cantidad de melanina en la epidermis, que presenta una mayor fotoprotección natural de la piel. Según este criterio recomendaremos el factor de protección solar adecuado para cada paciente.
3. Tipos de radiación
El nivel de SPF en el envase suele reflejar la protección frente a UVB, no sobrepasa la epidermis y es la responsable de la síntesis de vitamina D y bronceado, pero además del eritema y ser la principal responsable de la queratosis actínica.
Frente a la radiación UVA el fabricante especificará en su cartonaje su índice de protección del SPF frente al UVB. Esta radiación es la causante de envejecimiento cutáneo debido a degradación de fibras de colágeno, manchas, alergias y alteraciones del ADN precancerosas. La radiación infrarroja IR, además de inducir calor, potencia el efecto del resto de radiaciones.
4. Tipos de filtros solares
En ocasiones, el paciente no conoce el tipo de filtro solar que necesita. Por ello, vamos a identificar mediante una entrevista previa el tipo de filtro a usar. Normalmente el fabricante lo especifica en su cartonaje, material formativo o en su defecto en su INCI.
- Mineral: Suele estar más indicado en pieles atópicas, sensibles o intolerantes. Como por ejemplo, la de los niños los niños. Tiene capacidad de reflejar la radiación UV y se puede aplicar justo antes de la exposición.
- Químico: Sus componentes necesitan ser absorbidos durante un mínimo de 30 minutos para que ejerzan su acción antes de la fotoexposición. Esto puede provocar que algunas pieles alérgicas o frágiles no lo acepten, pese a su excelente cosmeticidad y uso universal. Transforma la radiación UV reduciendo su agresividad.
- Orgánico: Este tipo de filtro potencia la acción inmunológica, reparadora y antioxidante de los filtros anteriormente nombrados. Podemos encontrarlos potenciando un fotoprotector tópico o en formato oral. Suele ser vitaminas, extractos y compuestos naturales, etc.
5. Medicamentos fotosensibilizantes
Termina cada dispensación con un consejo sobre la fotosensibilidad de medicamentos de uso frecuente como el Omeprazol, el Ibuprofeno o los anticonceptivos orales. Estos medicamentos aumentan el riesgo de alergias cutáneas o aparición de manchas.
6. Recursos
Utiliza herramientas como el índice UVI (un indicador de la intensidad de radiación ultravioleta proveniente del Sol en la superficie terrestre) diaria o semanalmente para informar en el mostrador o a través de redes sociales y recomendar una fotoprotección adecuada al momento de fotoexposición. Un ejemplo, este enlace de la AEMET que muestra por zona geográfica de manera actualizada.
Tanto si el paciente solicita un fotoprotector, como si es recomendación, debemos educarlo y concienciarlo sobre la importancia del cuidado de la salud de su piel. La clave es la formación, pero el secreto está en la manera de comunicar lo aprendido en el mostrador y fuera de él.
David Sánchez Martín,
Técnico en Farmacia en Farmacia Cruz de la Carolina
Fuentes:
Boletín de la Sociedad Española de Químicos y Cosméticos. Noticias de Cosmética y Perfumería nº314.
Guiasalud. Guía para adultos sobre lupus eritematoso sistémico.
Verez Cotelo, natalia. Reacciones de fotosensibilidad. Colegio Oficial de Farmacéuticos de Pontevedra. Boletín Informativo del Medicamento nº64.
Fuente de la imagen: Freepik
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