El autocuidado racional desde la farmacia

En la farmacia, captamos las “nuevas tendencias” en salud escuchando y observando a los pacientes que pasan por ella. Ser unos “Coolhunter” de la salud es importante para la evolución del sector. Los cambios en el comportamiento de compra, de autopercepción de nuestra salud y la mayor tasa de autocuidado, deben ser los referentes para la farmacia.

El papel actual de la farmacia en el autocuidado

Nos cuidamos más, o mejor dicho llevamos a cabo el autocuidado activo. Es decir, cada vez estamos más concienciados y prestamos más atención al bienestar físico y psicológico en función de la etapa de nuestra vida en que nos encontremos. La finalidad es prevenir, tratar y/o curar estados patológicos que afectan a nuestra calidad de vida. Aquí, es donde entra en juego la farmacia como punto de encuentro para los pacientes que acuden a ella con un “problema” de salud, y/o en muchos casos (cada vez más), para mantener y mejorar su estado de salud.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en materia de defunciones por grupos de edad, en el año 2016 más del 60% de las mismas, se produjeron con 80 años o más.¹  Un indicador, de la mayor tasa de esperanza de vida en nuestro país. 

¿Cómo se consigue un autocuidado racional y seguro?

El exceso de información al que estamos sometidos hace que en muchas ocasiones tengamos que centrar el foco en la búsqueda de fuentes que nos den seguridad y rigor, lo que se traduce, en confianza. Este es un valor primordial buscado cuando se acude a la farmacia. Fomentar la misma en cada dispensación y/o consulta farmacéutica, es la clave para crear un vínculo con el paciente y poder así, llevar a cabo una acción de calidad repercutiendo de forma positiva en su estado de salud.

La responsabilidad de la farmacia en el autocuidado es la de proporcionar una educación sanitaria básica a la población, para poder atender a sus necesidades en materia de salud. Un autocuidado racional y seguro se consigue cuando se está bien informado y debidamente asesorado para poder ejecutar con garantías la responsabilidad sobre nuestra propia salud.

¿Cómo ayuda la farmacia al autocuidado racional?

Estos son los 4 factores mediante los que la farmacia ayuda al paciente a realizar un autocuidado racional:

1. Mejora la adherencia terapéutica de los tratamientos farmacológicos.

2. Fomenta el uso racional de los medicamentos, a través de la información proporcionada sobre los mismos a la población.

3. Ayuda a mejorar el estado de salud en las diferentes etapas vitales de la vida:

• Embarazo.
• Menopausia.
• Vejez.
• Pre-natal.
•  Infancia.
• Adolescencia.

4. Atiende de forma activa a las necesidades reales en materia de salud de la población, mediante la implantación de servicios asistenciales.

• Deshabituación tabáquica.
• Sistemas Personalizados de Dosificación.
• Asesoramiento nutricional.
• Asesoramiento en Dermocosmética y afecciones menores cutáneas.
• Control y prevención del Riesgo Cardiovascular (tensión arterial, colesterol, diabetes, etc.).
• Resolución de afecciones menores.
• Ayudas en situaciones de movilidad reducida.
• Salud visual.
• Salud bucal.

Todo ello se consigue con la formación continuada del personal de la farmacia para seguir ofreciendo la mejor y más actualizada información en materia de salud. Por otro lado, cada rincón de la farmacia debe estar diseñado para atender las necesidades de cada uno de los pacientes que acuden a ella en materia de autocuidado.

¿Cuáles son las fortalezas de la farmacia en el autocuidado?

Estas son las 4 fortalezas que ofrece la farmacia para fomentar el autocuidado racional.

• Accesibilidad al paciente y, por tanto, a la información.
• Equipos de trabajo cada vez más especializados y multidisciplinares.
• Resolución de conflictos y/o problemas en materia de salud.
• Escucha activa y empática, claves para entablar una relación basada en la confianza.

Beatriz Díaz-Carrasco Delgado,

Farmacéutica y Nutricionista.

(Número de colegiada 7265 por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante).

Fuentes:

1. Instituto Nacional de Estadística. España en Cifras 2018.

Fecha de la última modificación: 28/01/2020