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Este post está escrito íntegramente por José Sendra, doctorando de la Univ de Granada
No son pocas las personas que opinan que el farmacéutico que trabaja en una farmacia comunitaria es un simple tendero. Es duro escuchar este tipo de comentarios despectivos, sobretodo porque, además de ser falso, la generalización no suele conducir a nada bueno. Sin embargo, este tipo de comentarios no se han generado “solos”, sino que vienen fundamentados por la experiencia que la persona que lo emite (usuario o usuaria de una farmacia) ha tenido en un momento determinado.
Foro define la dispensación como el Servicio profesional del farmacéutico encaminado a garantizar, tras una evaluación individual, que los pacientes reciban y utilicen los medicamentos de forma adecuada a sus necesidades clínicas, en las dosis precisas según sus requerimientos individuales, durante el periodo de tiempo adecuado, con la información para su correcto proceso de uso y de acuerdo con la normativa vigente. Pero de la teoría a la práctica hay una distancia demasiado considerable. Muchas veces no actuamos (y me incluyo el primero) con toda la cautela que merece un acto tan importante como es la dispensación.
Muchos son los factores que pueden conducir a una mala dispensación: prisas o desinterés por parte de alguno de los actores, confianza por parte del farmacéutico ante una dispensación repetida, u otras causas más difíciles de salvar: la no presencia del receptor de la prescripción en la farmacia, o dificultades para comunicarse o entender por parte del paciente.
Por si alguien todavía no se ha ubicado, en la dispensación hay procesos clave que van más allá de hacer cumplir la legalidad dispensando la dosis y la forma farmacéutica correctas para percibir el precio del medicamento. Existen una serie de preguntas y comprobaciones que no pueden dejarse al azar, la efectividad y la seguridad del medicamento dependen de ello. Así pues, recordemos estas preguntas ante la primera dispensación:
No menos importantes son las dispensaciones repetidas, el número de pacientes crónicos es cada vez mayor, y por tanto se hace necesaria la implicación del farmacéutico en el correcto manejo de estos pacientes. Tengamos o no servicio de Seguimiento Farmacoterapéutico en la farmacia comunitaria, es importante detectar los posibles problemas relacionados con la medicación asociados al uso de varios medicamentos y los posibles resultados negativos de la medicación que se pueden derivar como consecuencia. No es una opción, es una obligación recogida en la Ley 29/2006, de Garantías y Uso racional del medicamento.
Un correcto proceso de dispensación no es tan complicado, ni cuesta tanto tiempo como parece a priori. Un farmacéutico entrenado y con la suficiente destreza sabrá cómo adaptar a la situación de sus pacientes estos algoritmos. Los beneficios asociados a la correcta dispensación son varios: mejora de los resultados en salud del paciente mediante la prevención y resolución de problemas relacionados con la medicación y resultados negativos de la medicación, aumento del grado de confianza del paciente en el farmacéutico, con la consecuente fidelización que supone, mayor realización profesional y personal por parte del farmacéutico, y por supuesto, mayor reconocimiento social y profesional de la profesión farmacéutica.
¿A qué esperas para dispensar correctamente?
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