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Estaremos de acuerdo en que el mercado de la farmacia se mueve rápidamente y en los últimos años ha sido extremadamente cambiante. Pero el mercado no surge de la nada, sino que viene determinado por los hábitos de consumo de la población y su distribución demográfica. Si observamos qué tipo de consumidor tendremos en 10-15 años, podremos ver hacia dónde se va a mover la farmacia en un futuro cercano.
Un primer ejemplo será el auge de las compras de productos relacionados con la farmacia a través del medio digital. Ahora mismo los jóvenes entre 22 y 35 años ya realizan un gran porcentaje de sus compras a través de internet, pero todavía no están en el segmento de alto consumo, que corresponde a consumidores de mayor edad y que tienen mayores reticencias a comprar online. De hecho, se estima que la venta online de productos de farmacia no llega al 5%. De aquí a unos pocos años, cuando estos jóvenes hayan entrado en el segmento de alto consumo, posiblemente se estará hablando en el sector de cuotas del 15-20% en canal online. Por lo que indudablemente es el momento de romper la barrera digital que existe en la botica española, empezar a dar los primeros pasos y desarrollar una presencia digital. El futuro será físico y digital o no será.
Otro ejemplo de la evolución de la farmacia y de los productos que se dispensan en ella está relacionado con los hábitos de vida. Ahora mismo existe un creciente culto al cuerpo y hemos visto el auge de deportes como el running en pocos años. Encontramos a un deportista casual de mediana edad que quiere mejorar su calidad de vida y busca la forma de incorporar el deporte en su vida diaria. Ahora mismo ya hay 5 millones de españoles que practican running como deporte y las ventas de material deportivo relacionado con este alcanzaron los 378 millones de euros en 2015. Esta categoría se compondría de 3 subcategorías: rendimiento, que lo forman nutrición, suplementos, barritas, etc.; lesiones, formado por vendas, apósitos, aerosoles, productos para la mejora respiratoria…; y dermocosmética deportiva, como pueden ser los solares específicos o los desodorantes. Estas tres subcategorías supusieron el año pasado 697 millones de euros de venta en el mercado farmacéutico español. Parece pues una buena oportunidad para ofrecer soluciones a este tipo de consumidor que si no encuentra su producto en la farmacia lo buscará en otros canales.
Por último, en un post anterior comentaba la necesidad de fidelizar al consumidor senior. El consumidor mayor de 50 años supondrá casi el 50% de la población española en 2030. Pero este consumidor quiere llegar a la madurez con una calidad de vida y la Farmacia puede aprovechar la oportunidad de tráfico que le genera la receta. Esta categoría imitaría la categoría infantil en cuanto a composición. Así pues, las subcategorías que encontraríamos serían: cuidado de la piel senior, higiene bucal (prótesis y xerostomía), ayudas técnicas y ortopedia, alimentación y suplementos e incontinencia ligera. A cierre de 2016 este mercado supuso más de 550 millones de euros y a diferencia de la categoría infantil, aquí no existen guerras de precios, los márgenes son mayores y más razonables para la farmacia y su PVP medio es mayor (15,81€ frente a los 9,02€ de infantil). Además los laboratorios que están desarrollando productos los posicionan hacia la madurez evitando en todo momento el posicionamiento hacia senilidad.
Si queremos empezar ya a apostar por el futuro debemos fijarnos en nuestro consumidor potencial y empezar a posicionarnos para cubrir todas sus necesidades, sin olvidar mantener un ojo en el mercado que nos estará marcando las tendencias actuales. Por lo que si quieres saber más del mercado y su comportamiento puedes consultar el informe que el departamento de farmacias de QuintilesIMs ha preparado para este mes haciendo clic aquí: Evolución de mercado de la Farmacia Española-Febrero 2017
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